Con un ejército de más de 6 mil ‘hackers’ distribuidos por todo el mundo, el gobierno de Kim Jong Un ha robado millones de dólares y atacado a empresas y administraciones públicas enemigas, según reveló una investigación del diario The New York Times.
Su historial es mixto, pero el ejército norcoreano de piratas informáticos es innegablemente persistente y en vías de mejora, según los oficiales de seguridad estadunidenses y británicos que han rastreado sus ataques.
Con su programa de ciberataques, Corea del Norte busca mostrar poderío más allá de la amenaza nuclear. Pero también es una fuente de financiación, poniendo a bancos como objetivo principal de sus incursiones cibernéticas ilegales.
Determinar quién supervisa las operaciones cibernéticas y especiales norcoreanas es un misterio central. La prensa japonesa recientemente especuló que podría ser un funcionario llamado Jang Kil-su. Otros sienten curiosidad por el general No Kwang-chol, que fue elevado al Comité Central del partido gobernante en mayo de 2016, y es uno de los únicos miembros cuya cartera no se divulga.