En un acontecimiento sorprendente que está presente en la vida política del Reino Unido, el Primer Ministro Boris Johnson ha anunciado su intención de abandonar el cargo tras semanas de escándalos que han envuelto a su gobierno. El país queda en la espera de las nuevas elecciones de líderes, cuyas fechas estarán previstas muy pronto.
«Reconozco que éste puede ser mi último trabajo ministerial, pero creo que vale la pena luchar por estos estándares y por eso dimito», mencionó el ex ministro.
En total, fueron más de 50 miembros del gobierno que renunciaron a sus puestos, entre ellos, además de los mencionados, el secretario de Irlanda del Norte, Brandon Lewis, la secretaria de Hacienda del Tesoro, Helen Whately, y el ministro de Seguridad, Damian Hinds.
«El público espera, con razón, que el Gobierno se conduzca de forma adecuada, competente y seria», dijeron el ministro de Sanidad Sajid Javid y el ministro de Economía Rishi Sunak sobre la carta de dimisión.
Los críticos le han acusado de corrupción y mal comportamiento desde que asumió el cargo, incluyendo la celebración de fiestas ilegales en su despacho mientras se producía la pandemia. El escándalo más reciente que ha tenido a este gobierno han sido dos incidentes relacionados con abusos sexuales que cometieron sus diputados.