Adam Castillejo, conocido como el «paciente de Londres», es una de las tres personas en el mundo que se ha curado del VIH y del cáncer.
A los 23 años le diagnosticaron el VIH y le dieron entre 10 y 20 años de vida.
Nueve años después, los médicos le detectaron un linfoma que complicó aún más su situación.
Se recuperó sometiéndose a un trasplante de médula ósea de un donante que tenía una alteración genética que impedía la infección por el VIH.
Un hombre en Alemania se convirtió en el tercer caso en todo el mundo en curarse de ambas enfermedades tras recibir un trasplante de células madre para el tratamiento de la leucemia con la mutación CCR5 Delta32 que dificulta la entrada del VIH en las células.