El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) será administrado en su totalidad por la Secretaría de Marina, convirtiéndose en el segundo aeropuerto civil gestionado por las Fuerzas Armadas.
El AICM, el principal aeropuerto del país, experimentará un cambio en su administración, pasando de estar bajo control civil a ser gestionado por la Marina. Aunque a simple vista no se perciban grandes cambios para los viajeros, la Secretaría de Marina se encarga de la seguridad del aeropuerto desde hace más de un año. Una vez se publique el decreto presidencial anunciado, la Marina será responsable de todos los aspectos del aeropuerto, desde aduanas hasta la limpieza de los baños.
El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se convertirá en una «empresa dentro de un ente naval militar», según el director del aeropuerto, el vicealmirante Carlos Velázquez Tiscareño. Aunque la presencia militar es evidente en temas de seguridad, el personal civil seguirá siendo el principal protagonista en el funcionamiento diario del aeropuerto. Sin embargo, se espera que haya un mayor énfasis en el orden y la disciplina.
El incremento de la participación de las Fuerzas Armadas en tareas civiles y económicas es una tendencia que ha ido en aumento desde el inicio del mandato del presidente López Obrador en 2018. Las Fuerzas Armadas se han involucrado en actividades como la seguridad, el control de aduanas y puertos, la gestión de infraestructuras y ahora también en la administración de aeropuertos. Mientras que algunos ven esto como una forma de combatir la corrupción, otros lo consideran una preocupante militarización del país.
Aunque los cambios en la administración de los aeropuertos pueden mejorar la seguridad, los expertos señalan que aún existen desafíos importantes en el sector de la aviación en México, como la necesidad de mejorar la capacitación, las inspecciones y elevar la competencia y competitividad del sector. El rol de las Fuerzas Armadas en estos aspectos genera incertidumbre, ya que su expertise se centra en la obediencia más que en los negocios.