En un logro histórico para la ciencia médica, un equipo de científicos ha llevado a cabo con éxito un trasplante de riñones de cerdo genéticamente modificados en un paciente en estado de muerte cerebral. Por primera vez, estos riñones modificados demostraron ser funcionales al fabricar orina y depurar creatinina, lo que podría revolucionar el tratamiento de la insuficiencia renal terminal. El equipo, liderado por Jayme Locke de la Facultad de Medicina Heersink en la Universidad de Alabama, Birmingham, ha dado un paso importante en la solución de la escasez de órganos renales a través de los xenotrasplantes.
Este avance, detallado en la revista JAMA Surgery, se basa en investigaciones anteriores y representa un hito en la medicina. La capacidad de los riñones de cerdo modificados para proporcionar una función renal vital a un humano con inmunosupresión estándar ha sorprendido a la comunidad médica. Durante siete días, los riñones de cerdo demostraron un rendimiento excepcional, lo que abre nuevas posibilidades para abordar la insuficiencia renal terminal.
El trasplante se realizó utilizando el «modelo Parsons», una técnica preclínica desarrollada por la Universidad de Alabama para evaluar la seguridad y viabilidad de los trasplantes renales de cerdo en humanos. Este enfoque, nombrado en honor al donante Jim Parsons, ha allanado el camino para futuros trasplantes de xenoinjertos renales en seres humanos vivos.
Este éxito podría tener un profundo impacto en la medicina regenerativa y los trasplantes de órganos, al ofrecer una solución potencial para la escasez de órganos renales y cambiar la forma en que tratamos la insuficiencia renal terminal. Para obtener más información sobre este avance y su impacto en la medicina, se puede consultar el artículo completo en la revista JAMA Surgery.