Ana Carmona Ruiz, conocida cariñosamente como Nita, nació en 1908 en el barrio malagueño de Capuchinos, cerca del puerto donde trabajaba su padre.
Fue de las primeras en enamorarse del fútbol y estaba decidida a aprender a jugar a pesar de las convenciones sociales que consideraban inapropiado que una mujer lo practicara.
Con la ayuda de su abuela y del padre Francisco Míguez Hernández, Nita empezó a practicar en el estadio Santa Misión, fundado por el padre Míguez.
Nita improvisó un disfraz para poder jugar con otros futbolistas sin ser detectada, que incluía cortarse el pelo y llevar medias altas y camisetas holgadas para disimular su figura femenina.