En medio de este panorama, ‘Top Gun: Maverick’ se eleva como una de esas poquísimas excepciones que no sólo deslumbra en su condición de continuación modélica, sino que también logra mejorar al original. Y es que Joseph Kosinski y su equipo han abrazado sin cortapisas el cliché argumental que enfrenta pasado y presente, convirtiéndolo casi en un motor narrativo que hace despegar al que podríamos calificar como el blockbuster perfecto. Conforme avanza su metraje, la película, que adopta las bases de la fórmula que enamoró a medio mundo hace 36 años y las perfecciona hasta límites insospechados.