El Bitcoin nunca había cotizado tan alto, aunque a finales de 2017 se produjo una burbuja que lo llevó a alcanzar casi los 20.000 dólares, para luego perder un 45% en solo seis días. Ahora, las instituciones están tomando nota -principalmente los fondos de inversión cuyos clientes ya utilizan monedas electrónicas y quieren protegerse contra la inflación u otros riesgos como los acuerdos comerciales de guerra que podrían interrumpir el comercio a través de las fronteras El interés proviene principalmente de aquellos que reconocen el potencial del Bitcoin como depósito de valor alternativo debido a su falta de control centralizado sobre la política monetaria.
Por eso los inversores están invirtiendo en Bitcoin como lo hacen en otros activos refugio similares, como el oro que, a diferencia de la criptomoneda, tiene valor intrínseco.