Los trabajadores de ambulancias británicos iniciaron una huelga el miércoles para exigir al gobierno una mejora de sus salarios.
El movimiento de protesta social se expande en el país ante una inflación superior al 10% y las crecientes tensiones con el gobierno conservador, que se niega a discutir mejoras salariales que considera «inasequibles».
El malestar se extiende a muchos sectores: enfermería, ferrocarriles, logística, policía aduanera, correos…
Pero la huelga de ambulancias presiona especialmente al gobierno por los riesgos que supone para las personas que necesitan atención urgente.