El presidente Andrés Manuel López Obrador cuestionó cómo podría tener el control del Poder Judicial de Estados Unidos si no se atreve a dar instrucciones a la Procuraduría General de la República, en respuesta a las declaraciones de David Aponte, director editorial de El Universal sobre el juicio que involucra a Genaro García Luna y la propaganda contra México del gobierno estadounidense.
El Presidente indicó que por decoro y principios no interferiría con la autoridad judicial de otro país y agregó que nunca trató personalmente con García Luna.
Reprochó a otros gobiernos como el de Felipe Calderón su poder sobre la prensa utilizada para emprender una campaña de linchamiento mediático extremo en su contra cuando pensaron que sus declaraciones serían ignoradas porque López Obrador estaba fuera del poder en ese momento visitando pueblos de todo México reuniéndose con cinco o diez personas a la vez mientras las élites se sentían todopoderosas en comparación.