“Mi nombre es Jean-Claude Van Damme. Solía ser súper famoso”. Lo que suena a sesión de terapia es la presentación de la nueva serie de Jean-Claude Van Damme. El Músculos de Bruselas ha vuelto, esta vez dispuesto a repartir a partes iguales risas y mamporros. Porque golpes da, por supuesto, Van Damme en su nueva serie, Jean-Claude Van Johnson, que Amazon Prime Video estrena hoy. Los da en las películas malas que vuelve a protagonizar en la ficción quien se presenta en esta parodia de su propia realidad como un actor de acción retirado al que, a sus 57 años, hace tiempo que ya no llama nadie y que vive solo y deprimido, rodeado de recuerdos de sus años de gloria, cuando protagonizó éxitos como Timecop o Soldado universal, pero también otras películas de dudosa calidad. Y reparte golpes, también, como su álter ego, el agente secreto Van Johnson, la verdadera identidad de un Van Damme que durante su carrera se sirvió de la tapadera de la actuación para combatir narcotraficantes y otros criminales.
Con esta premisa, todo es posible. Como que Van Damme, ansioso por volver a la acción —un guiño a la realidad— para reencontrarse con su verdadero amor y compañera de misiones, Vanessa (Kat Foster), acepte rodar una película absurda, una insostenible versión en modo acción de Las aventuras de Huckleberry Finn. La película le sirve de tapadera para una misión secreta que acaba mezclándose con la filmación, creando escenas hilarantes y que le permiten volver a lanzar sus famosas patadas. Aunque claro, ya más madurito, tampoco está para tanta pirueta como solía, y eso es motivo de nuevos gags en una serie plagada de guiños a las películas del actor.
Que se lo ha pasado bien haciendo los seis capítulos de esta serie es evidente. Durante su presentación mundial en París, un exultante Van Damme no paró de celebrar lo que considera su obra maestra. “Como actor, creo que puedo decirle a la gente que es mi mejor trabajo hasta hoy”, asegura en una entrevista con EL PAÍS. “Ha sido el destino”.
Un destino que quiso que la productora Scott Free, de Ridley Scott, tuviera a bien escuchar a un Van Damme que pasaba horas bajas y les propuso participar en algún proyecto centrado en un héroe de acción envejecido como él. Hubo interés y quiso el destino otra vez que pensaran en el guionista Dave Callaham (Godzilla, Wonder Woman 2), incondicional de Van Damme. “Mi madre, china, es cinturón negro de judo”, cuenta Callahan. “Mi abuela era gran maestra de taichí, yo practico jiu-jitsu y crecí viendo películas de artes marciales en Estados Unidos en los ochenta, es decir, Schwarzenegger, Stallone, Van Damme… que para mí era el más capaz físicamente. Escribirle un guion es la cima de mi carrera”.
Jean-Claude Van Johnson puede ser la tabla de salvación de un Van Damme que lleva casi una década sin un estreno contundente. El belga lo sabe y reconoce que los nervios lo acompañaron durante todo el rodaje. “Hasta hoy, antes de cada escena siento mariposas en la tripa, ¿increíble, no? Siempre tengo miedo de no ser lo suficientemente real”, admite en un momento de honestidad como los que plagan también esta ficción. Para sus compañeros de rodaje, no tiene por qué preocuparse. “Es muy honesto, la comedia viene de esa honestidad”, afirma el director, Peter Atencio. “No me habría interesado este proyecto si no hubiera descubierto que J.C. es un actor estupendo”, coincide la veterana actriz Phylicia Rashad (La hora de Bill Cosby, Empire), que encarna a Jane, la agente artística de Van Damme y jefa de misiones de Van Johnson. “Se parodia a sí mismo, parodia su carrera como un héroe de acción. Pero es también un viaje de autodescubrimiento. Y es divertido”.