La proliferación de deepfakes, particularmente los que afectaron a Taylor Swift, ha llevado a legisladores de EE. UU. a buscar soluciones
La creciente amenaza de deepfakes ha llevado a legisladores de al menos 10 estados en EE. UU. a promulgar leyes relacionadas con estas imágenes generadas por inteligencia artificial. A medida que la tecnología avanza, se están considerando medidas para abordar el problema, especialmente después de que la cantante Taylor Swift fuera víctima de deepfakes. Estas representaciones falsas de personas reales, ya sea en contenido pornográfico, musical o incluso en trucos políticos, están llevando a la acción legislativa.
La legislación existente en estados como Georgia, Hawai, Texas y Virginia penaliza las deepfakes pornográficas creadas sin consentimiento. Además, California e Illinois han otorgado a las víctimas el derecho de demandar a aquellos que generen imágenes utilizando su imagen. Otras medidas están bajo consideración, y algunos estados buscan abordar el problema tanto en el ámbito pornográfico como en el político.
Aunque se están explorando soluciones tecnológicas, como algoritmos para detectar deepfakes, no hay una solución perfecta. Los expertos están considerando la posibilidad de insertar códigos en el contenido para identificar su autenticidad y la implementación de marcas de agua digitales. Sin embargo, la complejidad del campo de la inteligencia artificial plantea desafíos en la creación de leyes efectivas.
Los defensores de la regulación, como el Consejo Estadounidense de Intercambio Legislativo, proponen penalizar la posesión y distribución de deepfakes que involucren a menores en actos sexuales. También abogan por permitir que las víctimas demanden a quienes distribuyan deepfakes no consensuadas que muestren conductas sexuales. Sin embargo, algunos advierten sobre los posibles impactos en la libertad de expresión y la necesidad de equilibrar la regulación para evitar restricciones indebidas.
El debate sobre cómo abordar los deepfakes resalta la necesidad de colaboración entre la industria, el gobierno y las organizaciones para desarrollar estrategias efectivas y equilibradas.