Los fuertes vientos provocaron la caída de varias vallas publicitarias y cables en la Ciudad de México el pasado fin de semana, afortunadamente nadie resultó herido. Las calles de la capital se inundaron con los escombros caídos de los árboles que se derrumbaron debido a las fuertes rachas de finales de julio o principios de agosto, cuando llegan cada año las nubes de polvo del Sahara a las costas cercanas al Delta del Río Níger.