Mark Salling y Cory Monteith, la triste e impactante historia de los actores de Glee. La fama que llegó con la serie no les salvó de enfrentar sus propios demonios personales.
Salling fue encontrado recientemente muerto, en un aparente suicidio. El actor de 35 años esperaba una sentencia por un caso de posesión de pornografía infantil.
En el 2015 la policía lo arrestó y encontró en sus dispositivos electrónicos más de 50 mil imágenes de pornografía infantil y unos 600 videos. Pagó una fianza para quedar en libertad y en diciembre de 2017 se declaró culpable. Podría haber enfrentado una condena de cuatro a siete años en prisión.
Ya en 2013 había sido acusado por una mujer de agresión sexual, pues dijo que Salling tuvo relaciones con ella sin protección, pese a que le pidió que se colocara un preservativo.
Cory Monteith luchó contra la adicción a las drogas desde que era un adolescente.
Entre los 12 y los 13 años comenzó a consumir alcohol y drogas. A los 16 años dejó la escuela y a los 19 ya robaba dinero a su familia para sostener su adicción.
Después de trabajar como taxista y mantenerse sobrio, Monteith ingresó al mundo de la actuación y en 2009 llegó la fama con «Glee».
Sin embargo, no pudo mantenerse alejado de las adicciones y en julio de 2013 murió en un hotel de Vancouver por una sobredosis de heroína y alcohol. Tenía 31 años.
Sin duda, una penosa y triste historia.