Aparentemente el 9 a 5 no complace a la generación del Milenio, la cual busca flexibilidad laboral por encima de un sueldo alto. Las empresas enfrentan el reto de adaptarse o padecer la rotación de personal.
El horario de oficina podría convertirse en breve en cosa del pasado si los millennials se salen con la suya. Hasta hace poco era más que aceptado ir ascender en la escala profesional de forma lenta. Sin embargo, hoy la experiencia adquirida por los hombres y mujeres que apenas comienzan sus carreras obedece más a las múltiples posiciones que experimentan que a un crecimiento constante.
El freelancing está en aumento. Mientras tanto, el 60% de los millennials está dejando sus empresas en menos de tres años. En Estados Unidos, el 87% de las empresas reporta un costo de entre 15,000 y 25,000 dólares para reemplazar cada empleado millennial perdido, así que las industrias tienen que empezar a prestar atención a los cambios estructurales. Varios informes y estudios parecen indicar tres raíces del descontento de los millennials y de la conmoción resultante: la necesidad de flexibilidad, el trabajo enfocado a objetivos y la seguridad económica.
Los millennials buscan trabajar con un propósito mayor. Esa generación se ha catalogado como una generación comprometida con el cambio. 72% de los estudiantes, en comparación con 53% de los trabajadores, considera la posibilidad de “un trabajo donde pueda tener un impacto” como algo muy importante o esencial para su felicidad.
El emprendimiento social se ha disparado en los últimos diez años, pasando de ser una frase indefinida a un programa que se ofrece en más de 30 escuelas de negocios. Aparte de hacer un cambio significativo en su comunidad, los millennials buscan relaciones significativas en el trabajo, el 71% quiere que sus compañeros de trabajo sean su “segunda familia”.
La pieza final del rompecabezas son las preocupaciones económicas. Gran parte de la discusión de los millennials ha restado importancia a la necesidad económica de las decisiones de carrera, una posición reduccionista que pocos pueden permitirse. Los millennials no sólo valoran el trabajo flexible, lo necesitan para llegar a fin de mes.
La pregunta entonces es: ¿cómo pueden los empleadores cambiar para ajustarse mejor a las necesidades básicas de los millennials? Los rápidos cambios de los trabajadores del Milenio están costando a los empleadores cientos de miles de dólares. Quizás los empleadores deban adoptar el cambio en la estructura organizacional, con un aumento de trabajo independiente, crowdsourcing y horarios flexibles. De esta manera, las empresas pueden crear un lugar de trabajo donde puedan asumir diferentes roles y puestos de trabajo para cumplir las demandas de los millennials. Las prioridades de esta generación no son radicalmente diferentes a los de generaciones anteriores, sólo están tratando de satisfacer sus necesidades en diferentes maneras.