El temor y la desaparición han sumido a Lagos de Moreno en una década de angustia. Tras el reciente levantón de cinco jóvenes, sus calles se ven desoladas y la desconfianza se respira en el aire.
La ciudad de Lagos de Moreno, en Jalisco, enfrenta una crisis de desapariciones que ha persistido por más de una década. El miedo permea la atmósfera, y sus calles, una vez llenas de vida, lucen casi desiertas en pleno horario laboral. La problemática comenzó hace más de diez años, cuando las primeras noticias de desapariciones de jóvenes se hicieron públicas.
La ciudad ha sido marcada por casos de desapariciones masivas que, en muchos casos, no han sido ampliamente difundidos. Familiares de las víctimas han enfrentado la desoladora experiencia de no saber el paradero de sus seres queridos. A pesar de los esfuerzos por mantener la esperanza y buscar respuestas, la falta de unión entre los afectados ha impedido una respuesta contundente por parte de las autoridades.
El conflicto entre grupos delictivos, particularmente entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa, ha exacerbado la situación en Lagos de Moreno. La ciudad se ha convertido en un punto de disputa debido a su ubicación estratégica en los límites entre El Bajío y Los Altos, y la presencia de importantes vías de comunicación.
La desaparición reciente de cinco jóvenes ha agudizado la crisis en la ciudad. La comunidad se encuentra consternada y exige respuestas a las autoridades. Sin embargo, la falta de confianza en el sistema ha llevado a que muchos prefieran guardar silencio por temor a represalias. La búsqueda de soluciones y la exigencia de seguridad continúan, pero la lucha es ardua en una ciudad donde el miedo parece haberse adueñado de las calles.