Definitivamente la presentación de la nueva generación de iPhone marca cada año un punto de inflexión en el mercado de los teléfonos móviles. El evento de la empresa californiana se sigue en todo el mundo con expectación. Y también con sentimientos encontrados entre los fanboys y entre quienes criticarán que la familia iPhone 12 llegue con especificaciones que otros móviles Android han estrenado hace tiempo.
Mientras tanto, las marcas chinas van ganando posiciones. Su relación calidad-precio las hace más atractivas en un momento de crisis económica como el actual, y también incorporan interesantes innovaciones tecnológicas. De hecho, las marcas del gigante asiático han sido pioneras en el desarrollo de elementos tan habituales -pero desdeñados en un principio por Apple- como la carga rápida -Vivo ha mostrado ya una de 120W-, los objetivos telescópicos -inaugurados por Huawei con un zoom óptico X5-, o los lectores de huellas bajo la pantalla -introducidos con el Vivo X20 UD-, especialmente útiles en tiempos de la mascarilla obligatoria.
Es más, incluso decisiones como eliminar el jack de los auriculares, que tantas críticas le han granjeado a Apple, fueron tomadas antes por empresas chinas -OPPO, en ese caso-, y tecnologías como la pantalla plegable que ha popularizado Samsung se estrenaron también antes en el gigante asiático -en ese caso con la desconocida Royole- y han ido allí más allá con el prototipo de Xiaomi que se dobla por dos lugares diferentes. Ahora, ZTE se ha adentrado en el futuro con la primera cámara escondida tras la pantalla, que se antoja el estándar de 2021.
La hermana pequeña del conglomerado BBK -que engloba a OnePlus, OPPO, y Vivo- ha entrado en el mercado español como elefante en cacharrería. En solo unos meses, Realme se ha encaramado al grupo de los cinco fabricantes más vendidos con una agresiva política de precios y ha sido capaz de poner contra las cuerdas a rivales como Xiaomi utilizando sus mismas armas. El X50 Pro 5G, que se vende por 600 euros, es un buen ejemplo de la estrategia de la marca: un diseño soso y sin florituras pero potencia a raudales y unas cámaras decentes.
El X50 Pro 5G monta el chip Qualcomm Snapdragon 865 -estándar de la gama alta en 2020-, lo acompaña de hasta 12 GB de memoria RAM y 256 GB de almacenamiento interno, y ofrece un amplio abanico de extras: la magnífica carga rápida de de 65W lleva al 100% los 4.200 mAh. de su batería en menos de 40 minutos, la doble cámara selfi cuenta con un objetivo estándar para retratos individuales y un gran angular para los grupales, la pantalla con tasa de refresco de 90Hz. hace la navegación más fluida, y un sistema de refrigeración por vapor saca el mayor rendimiento al aparato. Con móviles así, no es de extrañar que Realme se haya convertido en la marca que más crece en 2020.