La semana pasada, Chrissy Teigen hizo gala una vez más de su espíritu extremadamente generoso durante su visita a Ohio, donde viajó junto a su hija Luna y su marido John Legend para que este acudiera a uno de los partidos del equipo de fútbol de su antiguo instituto, en la ciudad de Springfield.
La guapa maniquí acudió junto a su pequeña y un nutrido grupo de personas a un restaurante llamado Outback Steakhouse del pueblo de Centerville, a media hora del lugar donde se crió el famoso cantante. Su presencia en el local no pasó desapercibida para el personal, especialmente para la joven Mikayla a la que le tocó atenderla, quien ha reconocido que se sintió algo intimidada debido al estatus de celebridad de su clienta. Sin embargo, Chrissy habría hecho gala del desparpajo y naturalidad que exhibe frente a las cámaras -y en las redes sociales- durante su interacción, para deleite de la camarera de 21 años. Y todo apunta a que esta también consiguió causarle una grata impresión a la estrella, en vista de que antes de marcharse le dejó una más que generosa propina.
Tal y como se aprecia en el recibo que Mikayla ha mostrado como prueba, Chrissy le dejó una propina de mil dólares por una cuenta que no llegaba a los doscientos. Esta importante suma ha servido para que la camarera pudiera ayudar a reparar el coche de su familia, y el resto decidió compartirlo con sus compañeros de trabajo, un gesto que sin duda la modelo habría aprobado.