Empresas como Peugeot-Citroën, Pimkie, Société Générale y Le Figaro son tan solo el inicio de la lista de empresas en Francia que han aprovechado la reforma laboral para impulsar planes de despidos «voluntarios» y low cost.
La legislación laboral en Francia fue aprobada el 22 de septiembre por el gobierno de Emmanuel Macron y la mayoría de los decretos de esta medida ya han entrado en vigor a partir del 1 de enero de este año. Los efectos de esta reforma no se han hecho esperar. Las grandes empresas ya se benefician de los nuevos mecanismos de la flexibilidad laboral. En particular, del uso de las rupturas convencionales, un dispositivo que permite forzar «despidos voluntarios» de una parte de la plantilla, con la condición de que lo acepten la mayoría de los representantes sindicales.
Los sindicatos Force Ouvrière, CFDT, CFTC y GSEA firmaron el pasado viernes la ruptura colectiva propuesta por la dirección de Peugeot. Con este acuerdo, aceptan la rescisión del contrato de 1.300 trabajadores, que abandonarán la empresa supuestamente de manera voluntaria. Los dirigentes de este fabricante de automóviles se comprometen, a cambio, a contratar el mismo número de empleados con contratos indefinidos durante 2018.
La dirección del banco Société Générale propuso el viernes pasado una ruptura convencional colectiva, que comportará la supresión de 900 puestos de trabajo. Los comités de empresa del diario Le Figaro y la revista Les Inrockuptibles también están discutiendo acuerdos de este mismo estilo. Los dirigentes de Pimkie instaron a sus representantes sindicales a firmar una ruptura convencional para rescindir 208 empleos y cerrar 37 tiendas deficitarias en Francia. Sin embargo, los delegados sindicales de este grupo textil se opusieron de forma unánime a validar este acuerdo.
En Francia, las empresas disponían hasta ahora de dos mecanismos para reducir sus plantillas: por un lado, los planes de despidos voluntarios, poco concretos en términos judiciales y que concedían al trabajador prácticamente los mismos derechos que si era despedido de manera improcedente; por el otro, los planes sociales (el equivalente de un ERE en Francia), que deben justificarse por las dificultades económicas de la empresa.
¿Los despidos que se producirán con una ruptura convencional colectiva serán realmente voluntarios? «Si a un trabajador precario le ponen sobre la mesa un cheque con una indemnización por despido, este se puede encontrar que no tiene otra opción que irse de la empresa», asegura Ramaux. «En el derecho laboral, no podemos hablar de un acuerdo completamente amigable, ya que un contrato laboral está asociado a una relación de subordinación», explica Bruyère.
Y ¿qué significan los empleos low cost? Como lo sugiere su traducción, empleo de ‘bajo costo’ es un nuevo término con muchas características propias, pero con una que resume muy bien su concepto ‘mal pagados’ ¿Conoces este tipo de empleos en México?
Pues en el mercado laboral francés se ha precarizado durante las últimas décadas. Diecisiete reformas en perjuicio de la protección del empleo tuvieron lugar en Francia entre el 2000 y el 2013. Durante los dos últimos años, se han aprobado dos ambiciosas reformas laborales. «Francia resistió con cierto éxito a la crisis de 2008 gracias a la protección de su mercado laboral. Ahora no sé si sucedería lo mismo», se pregunta Bruyère.