La ballena (2022), de Darren Aronofsky, está protagonizada por Brendan Fraser en el papel de Charlie, un hombre obeso que está confinado en su casa debido a su peso.
Tiene un trabajo como asesor académico en línea, pero interactúa con los estudiantes sin encender la cámara por vergüenza.
Para que la transformación en una figura grotescamente gorda resulte creíble, lleva 130 kilos de botarga en todas las escenas.
Su vida es miserable y agonizante a causa de las enfermedades vasculares relacionadas con la obesidad y sabe que la muerte puede llegar pronto por lo que hace un último esfuerzo: reencontrarse con su hija a la que abandonó cuando era joven.
Charlie busca la autoaniquilación a través de la comida basura a la vez que intenta la expiación dándole a su hija el sentido de la existencia que él malgastó en egoísmo antes de acabar mal.
Brendan Fraser relanza espectacularmente su carrera tras ser héroe de acción en los 90; transformación que recuerda a la de Robert De Niro en Toro salvaje (1980).