Si persiste el bajo crecimiento económico en América Latina y el Caribe el desempleo urbano continuará en aumento.
Para 2017 se estima que alcance una tasa de 9.4% frente al 8.9% de 2016 y que se haga acompañar de un deterioro en las condiciones de transición de la escuela al mercado laboral para los jóvenes, de acuerdo con el informe semestral Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe 2017 que elaboró la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Para que la mitad de los jóvenes mexicanos que estudian y tienen edad para emplearse lleguen a conseguir su primer empleo es necesario un tiempo promedio de cuatro años y medio.
Si se mide la transición por género se abre una brecha amplia. Las mujeres tardan hasta seis años para conseguir un primer empleo, dos más que el promedio, mientras que los hombres solo dos años.
México se ubica por debajo de la media regional que es de entre cinco y siete años, los peores casos son los de República Dominicana y Bolivia, donde los jóvenes tardan hasta ocho años en transitar a un empleo formal; en Costa Rica y Honduras el promedio son siete.
Por otro lado, el conjunto de estudiantes que trabajan continúa en aumento. Entre 1995 y 2015 la proporción de jóvenes en esta situación pasó de 26% a 35% en Latinoamérica.
El incremento se acompaña de efectos negativos sobre el rendimiento académico de los jóvenes de entre 15 y 19 años, vinculados a la baja calidad del empleo que se obtiene.