¿La Tierra es redonda o plana?
Puede que para muchos la pregunta sea ridícula y la respuesta obvia. ¿O tal vez no?
La teoría de que la Tierra es plana ha ido ganando adeptos en los últimos años, con la primera conferencia de «terraplanistas» celebrada a fines del pasado año en Estados Unidos. Hay incluso celebridades de Hollywood y de la NBA que la defienden.
A pesar de que hay muchas más pruebas (tanto gráficas como físicas) de que la Tierra es redonda, el debate aparece y reaparece de forma intermitente.
Por eso, dispuesto acabar con las especulaciones, un geofísico de la Universidad de Columbia y miembro del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty, en el estado de Nueva York, ha querido dibujar el escenario de una Tierra plana tomando como ciertos los supuestos de los «terraplanistas».
Para ello James Davis recorre los fenómenos físicos, científicos y naturales que conocemos hoy.
1. La gravedad
La gente que cree que la Tierra tiene forma de disco asume que la gravedad ejercería su fuerza directamente hacia abajo, pero no es así como funciona este fenómeno.
Davis aclara que se ha probado en numerosas ocasiones que la fuerza gravitatoria empuja hacia el centro.
Por tanto, con una Tierra plana, el agua sería atraída hacia el centro del disco con océanos aspirados hacia adentro.
Los árboles, que crecen en dirección opuesta al centro gravitatorio, serían diagonales.
Caminar también se haría una tarea complicada, con una fuerza que nos empuja hacia el centro cuando intentamos alcanzar los bordes del disco. Sería como recorrer una cuesta muy empinada.
2. El sistema solar
El modelo del sistema solar que prevalece hoy sitúa al Sol en el centro y a la Tierra circulando alrededor de él gracias a una órbita que nos mantiene más cerca y más lejos de la gran estrella, según la época del año.
Los «terraplanistas» sitúan a la Tierra en el centro del Universo donde el Sol opera como una lámpara que irradia luz y calor de un lado a otro del planeta, pero no hablan de una órbita.
Davis cree que, sin esta órbita ni la fuerza gravitatoria del Sol, nada impediría que saliésemos disparados del sistema solar.
Una Tierra plana destaparía otra incongruencia.
Si el Sol y la Luna simplemente van de un lado a otro, es posible que haya días y noches, pero eso no explicarían las estaciones, los eclipses y otro tipo de fenómenos astronómicos.
Además, el Sol tendría que ser más pequeño que la Tierra, de lo contrario podría quemarnos o podría caerse sobre nosotros o sobre la Luna.
Davis recuerda que hay mediciones suficientes que prueban que el Sol tiene 100 veces el diámetro de la Tierra.
3. Campo magnético
Las leyes de la física que conocemos hoy en día sostienen que el núcleo de la Tierra genera su campo magnético.
En un planeta plano, según los defensores de este modelo, este campo no existe.
Siendo así, dice el experto geofísico, no podría haber una atmósfera que encerrase el aire y los mares, que escaparían al espacio.
Es lo que ocurrió con Marte, recuerda, que perdió su campo magnético y con él sus condiciones habitables.
4. Actividad tectónica
El movimiento de las placas tectónicas y la de los movimientos sísmicos se explican solo con una Tierra redonda.
«Solo en una esfera encajan todas las placas de manera sensata», afirma Davis.
Los movimientos de las placas en un lado de la Tierra afectan los movimientos en el otro.
Las áreas de la Tierra que crean corteza, como la cordillera de los Andes, se contrarrestan con los lugares que consumen corteza, como las zonas de succión con grandes valles y fosas.
En una Tierra plana, nada de esto podría explicarse adecuadamente.
No podría entenderse por qué existen montañas, cordilleras o terremotos.
También tendría que haber una explicación de lo que sucede con las placas en el borde del mundo.
Uno podría imaginarse que pueden caerse, pero los «terraplanistas» ya han establecido que existe un «muro de hielo» en el borde creado por la Antártica, algo muy difícil de creer, opina Davis.
Para concluir, desde el Observatorio Terrestre Lamont-Doherty aseguran que si viviésemos en una Tierra plana no tendríamos ninguna duda porque todo sería radicalmente distinto a lo que conocemos hoy (si fuese posible).