Hace unos días comentaba en mis redes sociales la intención que tenía de hacer un altar para mi abuelo en el día de muertos. Pregunté por lo necesario, qué debía llevar, cómo hacerlo, en fin, estaba lista y preparada, Se llegó el día Y no hice nada. ¡Shame on me!
La noche de Halloween estaba en mi casa y unos niños vinieron a pedir dulces. Claramente no tuve tiempo de ir al super a comprar algo para ellos, y entonces, inmediatamente me convertí en la vieja amargada de los gatos de mi colonia.
Pero lo peor fue ayer. Cuando inicié mi jornada, vi el reloj y eran las 7:30 de la mañana, seguí trabajando y cuando me di cuenta ya eran las 5:30 de la tarde.
¿Que pasó con mi día? ¿por qué se fue tan rápido? ¿Qué hice durante todo este tiempo?
El problema que tenemos quienes trabajamos desde nuestra casa, es que no sabemos organizar nuestro tiempo. Sentimos que hacemos mil cosas pero en realidad nuestra lista de pendientes nunca se hace más pequeña.
¿Será que necesitamos un ambiente de trabajo?
Yo creo que no. Quizá todo se deba a que no tenemos un buen método de trabajo y por eso sentimos que no hemos hecho nada. Algo fundamental para un knowmad es la disciplina, todos ven lo bueno que es trabajar desde casa, pero pocos saben que si no hay rigurosidad para trabajar, todo se puede ir a la mierda.
¿Pero qué se puede hacer?
- Priorizar: me di cuenta que pierdo mucho tiempo en tareas que no son fundamentales. Mejor dicho primero lo primero.
- Horarios de trabajo: una jornada laboral rigurosa da tiempo para todo, de lo contrario ni trabajas bien, ni descansas bien.
- Ordena tu día de acuerdo a las tareas: el único criterio de priorización no es solo la urgencia o la importancia sino también la eficiencia. Yo soy copywriter, community manager, traficker, content manager, creativo y diseñador de mis clientes por lo tanto hay tareas que requieren más concentración que otras, es decir, un error que yo estaba cometiendo era hacer “la talacha” o el trabajo mecánico a primeras horas del día desperdiciando todo mi potencial creativo, ya cuando lo necesitaba, estaba demasiado agotada física y mentalmente y no tenía el mismo rendimiento. Gran error, porque me llevaba el doble del tiempo por desgaste mental.
- Una siesta siempre viene bien: ¿De qué sirve trabajar en casa si no aprovechas para descansar en medio de la jornada? 40 minutos de siesta pueden hacer la diferencia en esa campaña que no has logrado ejecutar.
- Trabajar de noche: la noche es el mejor momento para los que trabajamos en social media. No hay distracciones y el tiempo rinde muchísimo más. A mi me funciona muy bien.
Son cosas sencillas que he aprendido con la experiencia. Muy seguramente tendré un par de semanas en donde el ritmo de trabajo me enloquezca. Siempre es bueno tener algo de stress, pero en lo posible trataré de evitarlo.