La mascota necesitaba un tratamiento de urgencia y la mujer, soltera y empleada de una universidad romana, tuvo que dejar de asistir a su trabajo para llevarlo al veterinario y cuidarlo.
Gracias al apoyo jurídico de la Asociación de protección de animales (LAV), la universidad le dio dos días como descansos pagados por «motivo personal grave o familiar» para que le diera al perro los cuidados necesarios.
La LAV reconoció este hecho en Italia, país en el que las mascotas son reyes. «Es un nuevo paso adelante significativo que demuestra que aquellos animales que no tienen una finalidad lucrativa o productiva son, a todos los efectos, miembros de la familia«, comentó Gianluca Felicetti, presidente de la LAV.
Con 60 millones de habitantes, Italia cuenta con un número similar de mascotas, en los que sus propietarios gastan unos 2.000 millones de euros anuales. La mitad de estos animales son peces, pero Italia cuenta con 7,5 millones de gatos y 7 millones de perros.